Por NES
Los niños necesitan tener una alimentación balanceada para poder crecer y desarrollarse como debe ser. También es super importante que conozcan y experimenten distintos sabores, texturas y colores en los alimentos.
Una alimentación balanceada es aquella donde se le provee los cinco grupos de alimentos: frutas, vegetales, lácteos, cereales y carnes o sustitutos.
Si tu hijo lleva una alimentación balanceada no necesitas darle vitaminas ni suplementos. Algunas vitaminas, incluso puede ser de riesgo ya que se almacenan en los tejidos cuando se consumen en exceso y pueden ocasionar alguna enfermedad. También las dosis altas de minerales pueden tener efectos negativos si se toman por mucho tiempo.
Las vitaminas y los minerales son importantes para cubrir todas las necesidades nutricionales de tu hijo. Ya que el cuerpo humano es incapaz de producir el solo las cantidades adecuadas de vitaminas, éstas deben obtenerse de los alimentos. El cuerpo necesita estas vitaminas solo en pequeñas cantidades y en una dieta balanceada están presentes en cantidades suficientes en los alimentos que come tu hijo.
Sin embargo, es posible que tu hijo necesite algún suplemento de vitaminas o minerales si en el día a día no consume las cantidades ideales.
¿Cuándo comenzar a dar un suplemento o vitaminas?
Por ejemplo si en tu casa son vegetarianos y no consumen huevos ni productos lácteos (lo cual no es una dieta recomendada para niños), tu hijo podría necesitar suplementos de vitaminas B12 y D así como riboflavina y calcio.
El raquitismo, por ejemplo, es una enfermedad en la que los huesos se suavizan y está asociada con un consumo inadecuado de vitamina D y una exposición reducida a la luz del sol.
También si tu hijo tiene poco apetito o hábitos alimenticios irregulares es importante incorporar en su dieta suplementos o vitaminas. Si consume una dieta restringida en ciertos nutrientes por alguna condición médica es necesario utilizarlos
Existen varias maneras de suplementar a su hijo ya sea a través de pastillas masticables, suplementos líquidos o pastillas en el caso de que el niño pueda manejarlas.
Por lo general, estos suplementos de venta libre son seguros; sin embargo, son medicinas. Si se toman en cantidades excesivas (en comprimidos, cápsulas o en combinación con otros suplementos), algunos suplementos, especialmente las vitaminas A, D, E y K pueden ser tóxicos. Los expertos han encontrado que en algunas situaciones y enfermedades especiales, los suplementos vitamínicos pueden ser un factor importante para la salud.
Siempre consulta a tu pediatra antes de administrar suplementos a su hijo. No dejes un frasco de vitaminas sobre la mesa, como si se tratara de un condimento como la sal o la pimienta; tomar vitaminas es algo que debe hacerse cuidadosamente.