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¿QUÉ TANTO HAS CAMBIADO?

Por Cynthia Salas

Cambiar
Verbo Transitivo
1.             Desprenderse de una cosa y recibir o tomar otra en su lugar.

Aunque la definición se refiere más a un objeto, a la acción de mover y reemplazar “algo”, es aplicable también a cualquier situación, sentimiento o apego.

Para llevar a cabo la acción de cambiar es necesario primero “desprenderse”, “soltar” “dejar ir”.

¿Qué tan aficionada eres del cambio? ¿Eres de las que de repente te levantas un día y mueves algún mueble de lugar o incluso todos los muebles porque te habías aburrido un poco de lo mismo?, ¿Re acomodas, re organizas?, ¿Eres de las que comienza un hábito nuevo cada cierto tiempo para ver qué tal te funciona?, ¿Cambias el color de tu cabello o su largo constantemente?, ¿Te gusta probar nuevos colores en tus uñas?, ¿Cambias de protector de pantalla seguido? O incluso tu look, ¿de pronto piensas en utilizar algún nuevo estilo? O para quienes son más arriesgadas, ¿Has vivido en más de una ciudad en los últimos 10 años?, cuando vas a un restaurante, ¿pides algo nuevo para probar, la bebida del día?, ¿Intentas cosas nuevas como de pronto pintar o entrar a la clase nueva del gimnasio?

O quizá el cambio no es muy lo tuyo, te acostumbras a lo que te funciona y prefieres dejar las cosas así, Tus rutinas son como una religión para ti y prefieres que ni te las muevan. ¿Tomas tu café por la mañana siempre en el mismo lugar, tal vez en la misma taza de siempre? ¿Has llevado ese tono y largo de cabello desde que recuerdas? ¿Realizas tus compras siempre en el mismo supermercado, a la misma hora, el mismo día? ¿Te gusta viajar al mismo destino cada verano? ¿Podrías maquillarte con los ojos cerrados porque ya conoces de memoria el proceso?

Y es que el cambio puede ser increíblemente emocionante o sumamente aterrador no importa qué tipo de persona seas. Los pequeños cambios son generalmente fáciles, dicen que tardamos 21 días en hacer de algo nuevo una rutina y es verdad, los seres humanos tenemos esa gran capacidad de adaptación que nos ha hecho sobrevivir a lo largo de los tiempos. Cambios más grandes pero por iniciativa propia también puede ser algo fácil, algo llevadero o más rápido de procesar, como cuando hacemos algo que ya era necesario, quizá un cambio de casa, un cambio de residencia, un cambio de trabajo, aunque el proceso sea intenso, sin duda.

Pero qué difícil aceptar el cambio cuando no estaba planeado, ni previsto, ni aceptado. Qué difícil cuando una situación nos toma por sorpresa y llega a nuestra vida como un tornado que pasa de repente y cuando logramos abrir los ojos de nuevo, todo se ha movido, todo está en un sitio diferente y hay que re acomodarlo desde cero. Otra vez, un cambio de residencia o de trabajo, pero ahora sin habernos ni siquiera preguntado, o más aún; una enfermedad que cambia todos nuestros planes, la muerte de un ser querido, un acoso, una infidelidad, un asalto, un embarazo no planeado, incluso una decepción muy grande, la cancelación de un proyecto en el que habías dejado el alma, una crisis, un ataque de ansiedad de la nada. Situaciones que provocan un cambio involuntario.

Podría asegurar que la pandemia nos cambió a todos, absolutamente a todos, de alguna u otra manera, no solo el 2020 fue un año en el que un tornado que no habíamos previsto ni planeado, llegó para sacudir nuestra rutina, nuestra comodidad, nuestra resistencia al cambio y todavía en 2021 seguimos re acomodando los muebles que quedaron fuera de lugar, los pedazos rotos en el piso. Todavía seguimos adaptándonos al cambio. Y quizá estamos logrando ver que el cambio no es malo, que es necesario, que por más fuerte que nos haya tocado no solo en la pandemia, si no a lo largo de nuestra vida, cada tornado, tormenta o desastre nos ha hecho crecer, madurar y enfocarnos nuevamente.

El cambio es un gran gran maestro y me gustaría que recuerdes que tienes una gran capacidad de adaptación, que eres más fuerte de lo que crees y que una vez que logres “desprenderte” de aquello que el cambio te está pidiendo que sueltes, lograrás ver un millón de nuevas posibilidades.


Tu, ¿qué tanto has cambiado?

Cynthia Salas: Estudié Diseño y Negocios de la Moda en CEDIM Monterrey, N.L. Me he preparado en Imagen Personal y Empresarial en diversos cursos y diplomados pero sobre todo en 9 años de práctica, asesorando a mujeres de todas las edades a conocer su estilo, aceptar su cuerpo y proyectar lo mejor de ellas mismas a través de su imagen. En mis redes sociales escribo sobre moda, compartiendo tips de imagen y estilo para mujeres reales. Los últimos 4 años los he dedicado también a la mercadotecnia, publicidad y redes sociales de negocios y empresas. Este 2020 mi enfoque ha estado en mujeres emprendedoras asesorándolas para potenciar su imagen y la de sus negocios a través de crear su marca personal.
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