Por Cynthia Salas
Todavía me acuerdo del tan esperado desfile “Victoria´s Secret”. Cada diciembre las supermodelos del momento, vestidas en lencería, wonder bras con diamantes y alas de ángel, desfilarían ante miles de espectadores, haciendo gala de su imponente belleza y “medidas perfectas”.
Maquillaje, cabello impecable, pieles aterciopeladas, bronceados increíbles, y la lista podría seguir. “Ellas” estaban por todos lados, portadas de revista, publicidad de todos los productos, comerciales de televisión, videos musicales, siempre ellas, perfectas en todos los sentidos. Lo mismo pasaba con el famosísimo “Miss Universo” que no distaba mucho de lo ya mencionado, en el que de alguna manera todas las mujeres (las que podían aspirar a participar, claro) de alrededor del mundo, debían cumplir con los mismos estándares, medidas, y hasta rasgos físicos, ya fuera pómulos prominentes, ojos grandes, etc. como si no fuéramos un mundo tan increíblemente diverso, ¿No te parece ilógico?.
Y por muchos años, por muchas generaciones, crecimos siendo bombardeados por un ideal de belleza (el que estuviera de moda en ese momento) en el que solo unas cuantas mujeres cabían, la mayoría de ellas incluso, haciendo un esfuerzo sobrehumano.
Ya fuera en los 20´s con las mujeres de pocas curvas y delgadas, casi una figura andrógina a lo Coco Chanel, o en los 50´s las mujeres con muchas curvas, en los 90´s delgadas pero con busto, en 2000 delgadez extrema y en la actualidad, cintura diminuta, caderas, busto y labios prominentes. Siempre la belleza se ha visto como una moda, involucrando al cuerpo y haciéndonos pensar que debemos acoplarlo y moldearlo en relación con “eso” que se piensa como “perfección”. Habría que pensar hasta dónde éstos movimientos nos son impuestos por el gusto y decisión de alguien más, como en toda esta serie de concursos de belleza o hasta dónde es la mujer misma, buscando su libertad y expresión a través del cuerpo.
Me llamó la atención cuando en 2018, apareció por todos lados la noticia de que el desfile se cancelaría. Directores de “Victoria´s Secret” se dieron cuenta que estaban ofreciendo un ideal de belleza que ya no encajaba con los cambios y el rumbo que estaba tomando la sociedad desde unos años atrás. Un rumbo mucho más enfocado hacia la inclusión, la diversidad y el amor propio, un rumbo hacia la libertad de estándares y prejuicios impuestos por tantos y tantos años.
Porque no importa qué tendencia se elija, somos seres siempre en busca de identidad, pero siempre que sea una decisión propia y sobre todo una aceptación plenamente consciente sobre un cuerpo que es bello siempre, sobre un cuerpo que es mío y que nadie tendría por qué opinar sobre el mismo, ni encasillarlo, juzgarlo ni mucho menos condenarlo.
Así que la próxima vez que sientas que no encajas en un ideal, recuerda que éstos se han formado y caído mil veces, que realmente nadie tiene idea de lo que es perfecto, que hoy defendemos algo que mañana ya no existe, lo que prevalece ha sido siempre la adoración al cuerpo humano, en todas sus formas, que lo verdaderamente sagrado es un cuerpo que se mantiene luchando siempre, en un mundo de guerra constante.
Que la tendencia de hoy en adelante sea vernos a los ojos, derribar barreras y prejuicios y sobre todo, amarnos y aceptarnos, porque nada más importante que tener paz con nuestro propio reflejo