Por Cristy Aguirre
Eran las seis de la mañana, un día común y ordinario en el que pospones y vuelves a posponer algunos minutos el reloj (pero eso ya estaba en los planes). Me despierto con el cabello un poco más alborotado que otros días, bajo y me preparo un café muy muy cargado, sin saber que estaba disfrutando de la única pizca de paz que me quedaba de la mañana.
Subo las escaleras y comienzo mi rutina. Me acerco a besar a mi hija y prendo las luces del cuarto de los niños “¡levántense desgraciados!” (es broma) nada más los levanto normal como cualquier mamá) …
En fin… tenía los disfraces del festejo septembrino listos y me dispongo a abrir el closet de mi adorable (pero no tan adorable a las seis de la mañana) hija.
Justo en el momento que recorría el closet con mis dedos… con “la niña” detrás de mi espalda (por que no es mi hija en momentos caóticos), recuerdo con un intenso escalofrió, que en un arranque de limpieza profunda a principios de pandemia doné todo lo que no le quedaba…
Entre esas cosas “posiblemente” (porque nadie tiene certeza de algo en realidad a esas horas inhumanas) había donado ese disfraz que ese mismo día usaría.
Mi cara se torno blanca… la de mi hija roja… y la del papá verde… Así, exactamente como la bandera.
Cabe recalcar que la cara de mi esposo se tornó de ese color cuando le pedí que desistiera de ir a una cita que tenía programada y preparara lonche (en fin habíamos amanecido muy patrióticos), tal vez mi hija en ese momento era el águila; pero de que fue patriótico el momento… lo fue….
“Hija, no vayas a la escuela si no quieres, puedes quedarte conmigo”…. (no fue opción), ella en verdad quería ir con su disfraz mexicano a la escuela.
“¿A qué hora abren el súper?” Puse en los chats de mis amistades… claro… a esa hora nadie me iba a contestar, así que con una fe inmensa … me fui rapidísimo…”Creo que se me hizo ver un disfraz cerca de la caja ayer” (le decía a mi esposo esperanzada)…. me puse una sudadera sobre la piyama y me subí al carro… algo tenía que encontrar, de perdido de colores patrios…
6:45am “Por favor, entiendo que no están abiertas las cajas, (le decía al guardia), déjeme nada más ver si hay un disfraz mexicano…”
-“Discúlpeme señora pero abrimos 7. Imposible dejarla entrar”
6:55 (desde la puerta): “Oiga, precioso señor, ¿usted tiene hijos? ´ Por que en mi casa hay una niñita de 5 años muy muy triste (por no decir electrificada) … no podrá asomarse aquí a lado a ver si no están los disfraces”, (digo de perdido para esperar con algún destello de desesperanza).
6:57 Dice el guardia: “en 3 minutos abrimos…”.
Los minutos más eternos de mi día….
7:20 y estaba en la casa con un disfraz HORRIPILANTE ya que era el único que quedaba, y me dio tanto remordimiento que llevaba conmigo un ramo de flores rojas de perdido algo lindo que llevara en el cabello….
No tenía mucho tiempo para peinarla, mucho menos hace un peinado elaborado, así que solo le encaje el ramo de flores y le dije eres la más hermosa florecita mexicana.
Y ella se fue tan feliz…
Veía las fotos de las demás mamás presumiendo a sus hermosos hijos, con sus atuendos oaxaqueños, michoacanos, mariachis, adelitas etc… y yo solo me reía y pensaba mi hija parece maceta… ¿pero saben?… ella estaba contenta, así que nosotros también estábamos contentos, así con nuestra preciosa macetita bella.
Aquí es donde vuelvo a recordar. Nos complicamos, porque queremos. Los niños son tan simples, tan sencillos, que cualquier cosa acompañado de eres hermosa, te ves genial, eres importante… ya les cambiamos la forma en que ellos mismos se ven al espejo.
Esta vez no tengo mucho que compartir… solo que, haríamos lo que fuera por ellos.
En este septiembre… mi hija de águila, se convirtió en maceta, pero lo más importante es que se fue a la escuela soñada, se sentía hermosa, se sentí una flor y definitivamente si es la flor más bella de mi jardín..… y yo… yo detrás muy orgullosa de la pequeña mujercita segura de sí misma…
Y si estaban con el pendiente, hasta la fecha no encuentro el disfraz… así que probablemente una preciosa mexicana ese día lo disfruto y esa idea me encanta.