Por Clara F. Zapata Tarrés
Gracias
Pocos/as amigos/as
Muchos conocidos con los que me gusta platicar y echar chisme.
Amigos, pocos. Contados con los dedos de las manos…
¿Así somos todas y todos…?
Gracias a lo que me remonta a esa gran necesidad que tenemos cuando nos sentimos solitas aunque estemos muy llenas de personas a nuestro alrededor.
Gracias Fesh.
Llegas a mi vida a mostrarme otras caras de la libertad. LIBERTAD con MAYÚSCULAS.
Comemos juntas. Como en la canción del mole de Lila Downs.
Nos vimos con esos ojos intensos de las dos, los tuyos árabes, los míos multicolores.
Mujeres de ojos grandes.
En cada oportunidad los ajenos nos recuerdan que la profundidad de tu mirada y mi mirada pueden dar grandes sorpresas.
Intensas.
Misteriosas.
Olas de mar. Espuma de fuego.
Permanecemos en los paisajes de grandes montañas y atardeceres salvajes. Calores que avasallan. Acentos de nortes.
Cada vez más cercanas hasta descubrir que ser comadre va más allá de las cruces y los dioses.
Es un cordón umbilical que nos hace permanecer juntas desde el alma.
Y para siempre.
Los amores EN tu vida y no DE tu vida.
Cada uno con sus manías, sus alegrías, sus maltratos y sus aciertos.
Sin juicios. Juicios que a todos encantan y somos la excepción.
En cada abrazo, consolándome, consolándote.
Somos transparentes. Somos enamoradas.
Somos hermanas.
Con nuestros defectos a cuestas. Somos una. Una.
Con toda tu magia. Bruja favorita. Te amo.
https://www.youtube.com/watch?v=IrUQicetnK8