Por Dennise Charles
(BasadA en el libro “Terapia hazlo tú mismo” de Lynn Lott y Bárbara Mendenhall.)
Quiero dar un cambio completo en mi vida, ser una nueva persona, sanar las heridas y dejar que el pasado no siga impactando negativamente en mi vida. Pero ¿Cómo hacer un cambio verdadero y que no sólo se quede en el deseo? ¿realmente es posible cambiar mi vida? ¿por qué el cambio genera miedo y es tan difícil?
Si nosotros queremos hacer un cambio en nuestras vidas, es tal vez porque nos encontramos en una etapa desalentadora, y este desaliento se origina porque nuestros pensamientos y sentimientos nos orillan a actuar de una manera ineficaz provocando más desaliento (entramos en un círculo desalentador). En este punto, nos encontramos ante la necesidad de modificar el desaliento por el aliento y mejorar nuestra vida. Sin embargo, el cambio no se da de la noche a la mañana, no es algo mágico que con sólo pensarlo se podrá lograr, se requiere de acción, pero antes de actuar, tenemos primero que desear cambiar, ser conscientes de lo que pensamos, sentimos y actuamos antes a ciertas situaciones y, sobre todo, aceptarnos.
Deseo de cambiar
Un cambio genuino debe empezar siempre por el deseo de hacer nuestra vida mejor; tal vez hemos escuchado a personas cercanas a nosotros diciéndonos que debemos cambiar nuestras actitudes o que necesitamos ayuda profesional para salir de ciertas situaciones, pero si no sentimos nosotros el deseo de querer cambiar, difícilmente saldremos de la zona del desaliento.
Ser consciente de lo que soy
Si ya tenemos el deseo de cambiar nuestra vida, tenemos que empezar a ser conscientes de cómo somos ante las situaciones que nos generan desaliento. Debemos analizar nuestros patrones de pensamientos, de sentimientos y de comportamientos. Al ser consciente de que ciertos pensamientos me originan ciertos sentimientos, podré darme cuenta de la razón por la cual nos comportarnos de cierta manera.
Me acepto cómo soy
Si no me acepto tal y como soy, difícilmente habrá un verdadero cambio. Es por lo que la aceptación es el paso más difícil ya que se requiere separar los pensamientos de los sentimientos y de las acciones. Aceptarnos nos enfoca al “aquí y al ahora” es decir, nos centra en la realidad en lugar de enfocarnos en el pasado o en el futuro.
Cuando hablamos utilizando expresiones como “si tan solo, debería hacer esto, sí, pero…”, significa que aún no hemos logrado esta parte de la autoaceptación. Pero cuando te escuchas diciéndote “esto es lo que hay y así soy yo” entonces ya podemos empezar a movernos hacia el cambio, porque somos conscientes de nuestros patrones y al aceptarlos, podemos modificarlos y el cambio se empezará a realizar de manera natural.
Buscar opciones
Cuando nos aceptamos a nosotros mismos y nos amamos, empezaremos a descubrir que existen muchas opciones para resolver los conflictos. Si nos enfocamos menos en nuestros errores y e cumplir las expectativas de los demás, podremos adoptar nuevos pensamientos y comportamientos.
“La vida es 10% lo que sucede y 90% como reaccionas a ellos.”
(Diamond Dallas Page, instructor fitness.)