Por Annalee Carreón
Antes de ser mamás estábamos llenas de sueños y anhelos, y en el momento que nos convertimos en mamás nos centramos tanto en el bienestar de nuestros hijos que perdemos a veces de vista nuestros sueños. Eso no quiere decir que esté mal, siempre nuestra prioridad son ellos y lo hacemos con todo el amor del mundo, pero llega un momento en la vida de todas que sentimos ¿cuál es mi camino? Por lo general cuando nuestros hijos ya están más grandes, y es ahí donde comienza nuestra búsqueda.
SÍNDROME DE LA CUNA VACÍA
Es en este momento que comienza el síndrome de la cuna vacía, cuando ya son independientes, y no nos necesitan para todo, que comenzamos a preguntar ¿cuál es nuestro camino?
Si tienes tus hijos pequeños, permíteme darte un consejo, no dejes tus sueños, has una fusión entre tus sueños y el camino de madre, y si tus hijos ya son grandes te invito a analizar los sueños que dejaste en el camino, y de igual manera te invito a seguirlos, por más difícil que parezca, no hay imposibles, haz eso que te haga feliz aparte de tus hijos, eso que te llene el alma, para ti y solo para ti.
LO QUE DIGA LA GENTE ES LO DE MENOS
No te dejes llevar por lo que diga la gente, muchas veces nos detenemos por eso, pero no nos ponemos a pensar que es algo que nos hace felices a nosotros no a los demás, no vivimos a través de la gente, cada uno tiene su camino y el objetivo es ser feliz cada uno con lo que le plazca, claro sin dañar a terceras personas.
ES HERMOSO VER POR LA FELICIDAD DE NUESTROS HIJOS, PERO ELLOS TAMBIEN NECESITAN MADRES FELICES, VIVAMOS PARA ESO
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