Por Liliana Contreras Reyes
No sé si fue el azar o si el ámbito en el que ambas trabajamos nos llevó a conocernos. Lo que sí sé es que un amigo en común nos contactó para trabajar en la tesis que hizo respecto al tema de la discapacidad. Por una u otra razón me tocó coincidir con Lorena González durante la creación del libro de Eli, la jirafa sin manchas.
En un inicio tenía otro título, variaron los personajes, surgieron materiales de apoyo, supo quién sería la ilustradora, quién el autor de la canción, las cosas se transformaron, pero, la idea de base es la que, al final, permaneció durante todo el proceso, para llevar el mensaje que hoy tengo entre manos: vivimos en un mundo en el que la diversidad es lo más valioso que tenemos.
¿Qué tan preparados estamos para reconocer este valor o para aceptar las diferencias? ¿Cuánto sabemos respecto a temas como la discapacidad, la inclusión, la equidad? ¿Qué hacemos para educar a nuestros hijos o alumnos en un ambiente en el cual la diferencia se aprecie? ¿Cómo podemos cambiar esa connotación negativa que tiene la diferencia, lo extraordinario?
Eli, la jirafa sin manchas es un cuento que, a través del nacimiento de una jirafa blanca, nos ayuda a reflexionar acerca de las preguntas anteriores y, más que eso, nos permite compartir con niños y adultos la importancia de reconocer y valorar la diferencia, desarrollar la empatía, la aceptación y el descubrir las emociones que surgen cuando nos enfrentamos a algo nuevo, distinto, fuera de lo común.
Eli, no tiene manchas. Es una jirafa blanca que, desde su nacimiento, sorprende a todos los animales de la sabana. A pesar de ser hermosa, de tener una luz interior que llama la atención de todos a su alrededor, es inevitable que quienes la rodean, incluida su familia, se sorprendan y tengan reacciones no siempre positivas, como huir, ponerle apodos, echarle miradas extrañas, padres que no permitían que sus hijos se le acercaran y muchas más.
La protagonista encuentra el valor y el respaldo para enfrentar su realidad en su familia. De la mano de sus hermanos, Max y Luca, y con la ayuda del búho, Eli se da cuenta que cada uno de ellos es un ser único e irrepetible, que cada uno debe aceptar quien es y, sobre todo, que cada uno contamos con cualidades que podemos ofrecer a los demás.
Considerando que trabajo con niños y adolescentes, me parece que el libro tiene un valor educativo adicional. Eli, la jirafa sin manchas está diseñado para entrar por los sentidos:
Lo puedes ver (y leer): la ilustración realizada por María Coco es preciosa, sobre todo la escena final en la que se retratan las diferentes discapacidades o características que pueden encontrarse dentro de una comunidad, como una jirafa con implante coclear, con lentes, con silla de ruedas, con bastón, con una manera diferente de procesar las cosas, con distintos colores de piel.
Puedes escuchar la canción que acompaña al cuento, pues una de las principales características de Eli es que es una excelente cantante. La canción, homóloga al título del cuento, es interpretada por Diego de Pjama:
Finalmente, puedes conocer a Eli a través del tacto, ya que es posible encontrar la versión en braille, para quienes presentan una discapacidad visual o baja visión.
¿Te interesa conocerla?
Puedes adquirir el libro en: https://www.facebook.com/KuanuTuDesarrollo
Contacto: 8442041149