Por Mayte Cepeda
Cuando comencé a escribir estas líneas dejó de ser una página en blanco y fue convirtiéndose poco a poco en un contenido lleno de ideas, tal vez algo desordenadas pero todas fusionadas bajo un solo enfoque: 2022.
¿Por qué son así los inicios de año?
Y es que sucede que todos los inicios de año nos cargamos de anhelos, planes y metas. Queremos hacer cosas nuevas y a todo le damos un toque de “estos son mis nuevos planes”. Sin embargo, tanta cosa que le ha sucedido al mundo en los últimos tiempos; cosas que aunque pasen en otros lugares o a otras personas, pueden impactar e influir nuestra esencia y sentido de existencia. Por ello, creo que hay que reflexionar un poco y volver al inicio y al punto de partida de lo que hemos dejado pendiente.
En el año que se fue, unos también se fueron, otros se enfermaron, algunos más vivimos un parteaguas en nuestras vidas que nos provocó dejar de ser lo que solíamos ser y en fin, tanto que ha pasado y yo no se si estoy lista para ponerme a planear o si ya voy tarde en los planes que debí programar al comer las doce uvas que, por cierto, ni siquiera me comí.
Así que hoy, sobre los planes de año nuevo, esta vez me sentaré y reciclaré algunos de ellos.
Esto ya que, al menos en mi caso, los planes de año nuevo que programa mi mente se relacionan con salud, paz mental, dharma (servicio), introspección, estar presente en otras personas (echándole más ganas que el año anterior) y en fin, de ese tipo de planes que la verdad es que no se tratan más que de continuar los de años anteriores, haciendo ajustes y tratando de mejorar lo que no nos salió bien o mejorar aquello en lo que sabemos que no dimos suficiente.
Lo de hoy es reciclar.
Este año reciclaré, entre varios planes ya hechos de hace tiempo– la intención de tener mejores todas mis relaciones: mi relación como madre, esposa, hija, hermana, tía, sobrina, amiga, profesionista. Y con mejorarlas no me refiero a evitar problemas para que todo fluya bien y bonito, si no a saber vivir y experimentar cual situación venga y se presente. A sacar el jugo y exprimir toda la enseñanza que me toque vivir de cada relación que tengo. Solo así creo que sentiré plena satisfacción de estar viviendo con todo el momento presente sin tanto plan ni cuestionamiento del porqué de las cosas.
A veces pienso; otras veces, sueño y en otras veces no se si lo soñé o lo pensé, pero en reiteradas ocasiones se me viene a la mente la importancia de mejorar mis relaciones ahorita que puedo, que estoy y que continúo. La fragilidad de nuestra vida hoy más que nunca se hace muy evidente; puede ser que un día estés y al día siguiente ya no. Y las oportunidades y los hubiera van a multiplicarse frente a aquellas cosas pendientes que dejaste por hacer o por decir.
Creo que esta sensación de querer mejorar las relaciones con mi entorno se ha visto impactada y hasta un tanto presionada por lo todo lo que ha pasado con el tema de la pandemia. Quiero sentir que estoy más presente y menos ausente para quien me rodee. Quiero la satisfacción plena de que doy más de mi y con eso la certeza de que todo es perfecto y tal como debe ser.
También quiero prolongar los abrazos y guardarme la sensación que me provocan –aromas, sentimientos, pensamientos–. Poner en práctica eso de saber decir lo que siento, no guardar cosas a la interpretación de alguien más y dejar de dar por hecho cosas que no tienen por qué ser así.
Posiblemente en esa reciclada saldrán patrones de conducta y hábitos por mejorar o cambiar por completo. Para eso sirve reciclar. Para saber qué puedes seguir usando (hábitos, conductas, manías, pensamientos, prácticas) y lo que plano no te va, darle una buena modificada para que sea materia prima secundaria para lograr nuevos planes y anhelos. Namasté!
FB mayte cepeda / yoga lovers
IG @yogamayte
TW @mayteeeee
