Por Liliana Mendoza
PRIMERA PARTE
En mi caminar en el feminismo, he entendido que un hombre no puede ser feminista, un hombre debe de actuar desde su trinchera. Al criar a un hijo, me lleno de preguntas y miedo, miedo a que el sea un hombre violento, por eso he decidido educarlo en el feminismo, no a ser un feminista. Educarlo en el feminismo es como ponerle una chaqueta para protegerlo del frio.
Quiero formar un hombre, un buen hombre, que respete y escuche a las mujeres, que sepa cuál es su lugar en la vida de las mujeres y viceversa. Creo que todas las mamás, y uno que otro padre involucrado activamente en la educación de sus hijos, necesitamos herramientas prácticas para llevar a cabo esta idea. Es un compromiso enorme ser un modelo por seguir para nuestros hijos. ¿Sabías que podemos hacer de ellos el cambio que queremos y necesitamos ver?
Leyendo artículos e ideas hice un pequeño listado de herramientas que nos pueden ayudar a lograr este propósito, las cuales haré en dos partes, ya que por mas que intento resumir, se me vienen miles de ideas a la mente, así que empiezo:
- Monitorea sus redes sociales o aparatos electrónicos: Lo sabemos, cada vez mas el acceso a la información es de forma inmediata, y crea o nos crea una idea falsa de la realidad, leí que lo que se expone en la red juega un rol importante en la formación y reforzamiento de los roles y estereotipos. Ejemplos muy claros, la idea falsa de una relación o de las relaciones intimas debido al acceso preocupante de la pornografía o juegos violentos.
Es importante revisar los contenidos, se que es muy complicado rastrear todo, pero no importa la edad, pero es mejor pecar de precavida. Sabemos que em realidad no importa cuanto “control” tengamos, nuestros hijos estarán expuestos a contenido que este hipersexualizado, violento y machista simplemente porque esta en nuestro entorno todo el tiempo.
La recomendación es formar niños críticos de los contenidos, cuestionarlos sobre lo que crean que está bien o está mal, preguntarle sobre los personajes e imágenes que ven, alentarlos a preguntar como harían diferente ese programa, muchas, muchas preguntas. Si pasan por una imagen de una mujer casi desnuda o desnuda no hacerse de la vista gorda porque te aseguro que tu hijo también la vio, mejor por que no preguntar que creen que piensan y por qué piensan eso. - No hablar del cuerpo de los demás: Empecemos por el cuerpo de ellos, enseñarle a amar sus cuerpos (creo que nosotras debemos de empezar primero), tener una buena relación con el cuerpo es fundamental para una salud emocional y sexual en años futuros. Dejar de usar expresiones como “la niña gordita” o referirse a alguien por su cuerpo, si pensamos a la larga, muchos abusadores siempre son personas narcisistas que no tienen una relación sana con ellos y por ende su cuerpo y siempre van a criticar a los demás.
Nos vemos en la parte 2, déjame tus comentarios sobre qué recomendaciones podemos agregar.
Liliana Mendoza