Por Dennise Charles
Es muy extraño, incluso en ocasiones incongruente, ver cómo nuestros hijos logran aprender más rápido a usar un celular y las miles de aplicaciones que se pueden obtener mediante el, pero se les dificulta mucho el aprender una sencilla tabla de multiplicar, como la del 7.
Si analizamos esto, podemos encontrar una razón, me atrevo a decir biológica, que logra dar una explicación a esto.
Aprender para sobrevivir
El aprendizaje es un instinto biológico, desde que nacemos tenemos la necesidad de aprender para poder sobrevivir y, a lo largo de la historia lo hemos visto, la humanidad ha tenido que aprender a adaptarse a los nuevos cambios para seguir persistiendo con el tiempo.
El cerebro generador de recompensas
Al igual que el hambre o el sueño, al aprendizaje es una necesidad básica precisamente por esto mismo, para sobrevivir. Cuando satisfacemos una de estas necesidades, el cerebro nos recompensa para que, de esta manera, repitamos esas acciones y así seguir viviendo. Después de comer, el cerebro me manda una recompensa de placer y de sentirme satisfecho; de esta manera, el cerebro se asegura de que siga comiendo para no morir.
Con el aprendizaje sucede exactamente lo mismo, sentimos una gran emoción cuando logramos aprender algo, esta es la manera que tiene nuestro cerebro de recompensarnos y de asegurarse de que sigamos queriendo tener esta necesidad de aprender.
Con esto último ahora podemos entender que, si queremos que los niños aprendan, ese aprendizaje debe ser crucial para ellos de tal manera que su cerebro perciba que con ese aprendizaje que adquiera, pueda asegurar su supervivencia.
Nativos digitales
Nuestros niños desde el momento en que nacieron llegaron a un mundo completamente digital, hacia donde dirijan su mirada, encontrarán algo tecnológico. En definitiva, nuestro mundo al nacer era completamente diferente al de los niños de ahora.
Hemos observado cómo nuestros pequeños dominan las habilidades tecnológicas con tanta facilidad que son ellos los que nos han enseñado a utilizar algunas de estas herramientas. Para ellos, el uso de tecnologías es algo tan lógico, que no requieren de aprendizaje para dominar un celular.
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Yo me pregunto: ¿Los niños no sienten que el aprendizaje de las multiplicaciones sea crucial para poder seguir sobreviviendo en este mundo digital?
¿Qué necesitamos para poder hacer frente a este nuevo mundo de la era del internet, las clases online, los buscadores digitales, las calculadoras? ¿Qué necesita un niño para sobresalir en este mundo tecnológico, el aprendizaje de las multiplicaciones o, saber cómo preguntarle a nuestra amiga “Alexa” el resultado de 9 x 9?
El cerebro que se adapta
Es un hecho observable a lo largo de la historia, de que el cerebro se adapta a cualquier condición. El cerebro de los niños de 9 años no es nada parecido a los cerebros que teníamos a nuestros 9 años.
Si el mundo ha cambiado, lo más lógico es que nuestro cerebro también. El problema que se enfrentan estos pequeños es que tienen maestros y padres que nacieron en un mundo totalmente contrario al que tienen ahora ellos.
En nuestra infancia, al menos en la mía, era cuestión de supervivencia aprenderme la tabla del 7. El en mundo de los niños de hoy, es más importante aprender lo tecnológico.
Y no podemos culparlos por esto cuando nuestras generaciones fueron los que empezaron a diseñar esta nueva tecnología que ahora es crucial para todo. Un niño que no utiliza la tecnología en un mundo tecnológico es como un león viviendo en la Antártida, simplemente está fuera de su contexto y no podrá sobrevivir.
Y aquí entra el debate sobre el uso de aparatos digitales a edades tempranas. Se ha dicho de lo dañino que es, de los efectos negativos; sin embargo, esto realmente se sabrá cuando estos pequeños sean adultos, en ese momento veremos los verdaderos efectos.
Lo que si no podemos olvidar es que el aprendizaje se intensifica más cuando involucramos lo motriz, lo manipulativo y lo sensitivo.
Niños sin memoria, pero niños con almacenamiento en nubes digitales
Un hecho importante, se ha visto que nuestros niños no tienen la misma capacidad memorística que nosotros en nuestra infancia. Esto es lógico, ¿por cuál motivo deberían ellos forzar a su cerebro a guardar información cuando lo pueden hacer en las nubes digitales?
Tal vez ellos tengan menos capacidad de memoria que nosotros, pero ellos nos aventajan al tener una mayor capacidad para integrar la información que proviene de muchas fuentes, lo contrario a nosotros que no contamos con esta capacidad integradora.
¿Bueno o malo?
Creo que este tema es demasiado debatible. ¿Tú que piensas de nuestros niños digitales?