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¡ESTÁN ADVERTIDOS!

Por Dona Wiseman

“Mónica Bellucci ha envejecido sin pedir permiso a nadie, desencadenando una tormenta e indignación entro los luchadores anti-envejecimiento.  Se atrevió a caminar sobre la alfombra roja…con…arrugas…y sobrepeso, con todo lo que la naturaleza le ha dado…”

Tomé esto de una nota real, y aún no puedo creer haberla leído.  Lo repaso en mi mente, le doy vueltas y me sale un grito de “ch&%$uen a su p&%$ madre”.  Veamos.  Los, las, l@s y les he apoyado y acompañado en la defensa de sus ideales y sus creencias.  He visto una belleza increíble en tantas cosas.  Hombres en falda y mujeres en “tuxedo”, cabello largo, cabello corto, la calvicie, maquillaje extravagante, las caras lavadas, “looks” andróginos, uñas enjoyadas, tatuajes de vulvas, cuerpos reconstruidos, cabellos de cualquier color, cuerpos cubiertos de tatuajes, cuerpos extremadamente delgados y otros rellenos y carnosos, chaparros y altos, piel joven y piel anciana. 

“…ha envejecido sin pedir permiso…”  ¿¡Mande!?  O sea que mientras se espera que yo apoye cualquier movimiento a favor de la inclusión y de los derechos, ¿yo tengo que pedir permiso para mostrarme a un grupo de personas que no aprueban mi envejecimiento?  Mientras se espera que yo aprecie la belleza como quiera que otr@s decidan expresarla, ¿yo tengo que acatarme a unas reglas dictadas para no incomodar a nadie con mis arrugas y mis canas, mis lonjas, mis ojeras y mi piel transparente?  ¿Tengo que pedir permiso de mostrar mi cuerpo porque a un sector de la población le ofende la condición de mis chiches? 

No tiendo a engancharme en estos temas.  O tal vez lo más cierto es que me engancho en todo, y siempre he sido así.  Desde el fondo de mi corazón deseo que los luchadores anti-envejecimiento encuentran algo de valor que hacer con sus vidas.  Aseguro que celebraré con botellas infinitas de vino tinto cada una de las arrugas que ellos no logran borrar de sus caras y cada centímetro de cintura que adquieren conforme pasen los años.  Y seguiré dándoles gracias a todas las deidades por las personas de vista amplia e inclusive, por quienes tenemos la libertad suficiente para ver la belleza en todos, todas, todes y tod@s. 

No logro palabras suficientemente fuertes para expresar lo ofendida que me siento.  Tantas cosas tan importantes en la vida.  Arde la sierra.  Hay injusticias (las injusticias para con las personas realmente ancianas es tema para otro espacio).  Sigue la guerra.  Hay temas realmente importantes y sé que hay personas encargadas de dirigir los esfuerzos para remediar lo remediable (no todo lo es).  Mientras tanto, que no se me atraviese ninguno de estos luchadores anti-envejecimiento.  No hoy.

La semana entrante cumpliré 66 años.  Se me notan, claro que sí.  Pero recibiré este año nuevo con tonos de rojo, con pasión, con fuego, con música, con vino, y con amigos.  Y si alguien tiene broncas con las señales de la edad en los cuerpos, que no se acerquen, porque iré con brazos descubiertos y tengo celulitis y alas de murciélago.  ¡Están advertidos!  ¡Ah!  Y no corran a decirme lo hermosa que soy, eso yo ya lo sé. ////

Dona Wiseman: Psicoterapeuta, poeta, traductora y actriz. Maestra de inglés por casualidad del destino. Poeta como resultado del proceso personal que libera al ser. Madre de 4, abuela de 5. La vida sigue.
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