Por años tuve en la cabeza el concepto de abogada que quería llegar a ser.
Una abogada recia, argumentadora, de las que dan batalla sin tregua, hasta decía con orgullo “soy de esas abogadas que se van al final del juicio y vamos por todo o nada”.
No me daba cuenta que esas ganas de pelear y de ver conflictos venía de mi interior. Había una batalla en mi en la que no me daba tregua, como bien dicen, la paz empieza en tu interior, pues también el conflicto empieza en el mismo lugar. Así que el día que me dí cuenta de esto, decidí trabajar en ello, empecé a conciliarme conmigo, a realmente buscar esa paz interior, a darme cuenta de que no necesitaba pelear con nadie para demostrar mi valía, mi capacidad y habilidades.
Habilidades blandas para ser una mejor abogada.
Me propuse la tarea de desarrollar soft skills o habilidades blandas para ser una mejor abogada.
Desde aprender técnicas de negociación, comunicación asertiva, trabajo en equipo e inteligencia emocional, y empecé a aplicarlo no solo en mi vida personal (hasta mis hijas empezaron a hacerme caso cuando les decía que se metieran a bañar), sino en todos los juicios y asuntos que llegaban a mi despacho.
El resultado ha sido sorprendente, hoy día, con firmeza y asertividad ayudó a mis clientes no solo a solucionar problemas legales sino lo más importante a prevenirlos, ahorrándoles así muchos dolores de cabeza, dinero y sobre todo ayudando a que sus empresas sean estables y sanas.
El eje principal de reforma laboral es: la conciliación.
Hoy te puedo decir que evolucioné hacia una nueva forma de ser abogada.
Qué bueno que lo hice, porque mi especialidad es el derecho laboral, y precisamente esta rama del derecho esta atravesando por un cambio sin precedentes.
La reforma laboral en México tiene como eje principal la conciliación. Se espera que el 70% de los conflictos laborales terminen en esta etapa inicial, la cual será obligatoria para las empresas y trabajadores.
Además la reforma laboral, procura mayormente la estabilidad en el empleo, la libertad sindical y en consecuencia la estabilidad de las empresas que son la fuente de trabajo de las familias mexicanas.
En este sentido es indispensable que todos los actores del derecho laboral, empresas, colaboradores, abogados y autoridades cambiemos el mindset, y seamos conscientes de que para ayudar a otros a conciliar, primero hay que conciliar con nosotros mismos.
¿Qué pasa si no quieres conciliar?
Si te lo estas preguntando y eres una trabajadora debes considerar dos puntos importantes:
1.- Debes contar los elementos probatorios para demostrar que tu demanda es procedente.
En el nuevo proceso laboral, los jueces tendrán facultades discrecionales para el esclarecimiento de la verdad. Podrán hacer interrogatorios libres.
2.- Debes considerar que el tiempo invertido en un proceso puede ser mucho.
Probablemente ganes el juicio y recibas una muy buena compensación pero los juicios laborales pueden ser desgastantes y largos.
Y si eres una empresaria y no estas interesada en la conciliación, toma en cuenta que debes tener en orden todo lo relacionado con tus colaboradores.
Al enfrentar un juicio laboral no basta solo con tu palabra, necesitas contar con los medios de prueba para tu defensa.
Si quieres saber más acerca de cómo enfrentar con éxito la reforma laboral ve a mi publicación: 3 tips legales para empresarias ante la reforma laboral.
¿Qué opinas? ¿Piensas que es mejor conciliar o pelear hasta al final? Déjame tu comentario.
No olvides seguirme en mis redes sociales donde comparto información para ti y para tu empresa.
¡Nos leemos pronto!