Por Iliana Longoria
A lo largo de la historia desde que se comenzó a acuñar el termino de autismo, la incidencia era mayor en hombres e incluso se creía que solo afectaba a la población masculina. Después de más de 70 años, desde los 11 casos de Leo Kanner de los cuales 7 de ellos eran de hombres y solo 4 mujeres, continuó la historia presentando más casos de autismo en hombres. Hace pocos años, se ha hecho más evidente el autismo en mujeres, pero aun así el autismo en mujeres es una asignatura pendiente. Aún falta mucho por estudiar, y si vamos al fondo del asunto, ¿Por qué es escaso el diagnóstico en mujeres?
Primero que nada quiero destacar otro factor que puede influir en el sesgo a la hora de diagnosticar, creo que mucho tiene que ver con creencias culturales sobre cómo tiene que relacionarse una mujer.
A lo largo de la historia se ha dicho que las mujeres somos más tímidas a la hora de relacionarnos, pero eso es falso, seas mujer u hombre puedes ser tímido o no. Ojo nuestras creencias sobre el género femenino a lo largo de la historia han contribuido a que sea más complejo poder llegar al diagnóstico de autismo. También en que el juego de las niñas es mucho más tranquilo, incluso también se dice que las mujeres tenemos intereses en la infancia mucho más profundos e incluso que las niñas con frecuencia coleccionan cosas más a menudo, por lo cual estas conductas vistas en las niñas no llaman la atención para generar conductas en las familias o maestros. Al contrario, han contribuido a que las niñas con señales de alerta de autismo y potencialmente diagnosticables pasen desapercibidas para los profesionales porque cumplen estas expectativas socioculturales que mencionaba líneas atrás, generando que la edad promedio de detección de las mujeres sea mas tardía. Con frecuencia en mi ejercicio como profesional del autismo me he encontrado muchas detecciones tardías y por consiguiente diagnóstico tardío sobre todo en mujeres con autismo de alto funcionamiento y en mujeres siempre esforzándose por cumplir con lo establecido así como incluso muchas de ellas comentan que muchas de las habilidades las aprendieron por imitación con sus compañeras mujeres.
Camuflaje de las sintomatologias de autismo en mujeres
Diferentes estudios e investigaciones refieren dentro de sus hallazgos que las mujeres tienen una presentación clínica de los síntomas diferente a los hombres. Se evidencia que muchas de las mujeres pueden presentar contacto visual, mantener una pequeña conversación reciproca con su interlocutor, lograr ajustar su comportamiento a algunas situaciones sociales aprendidas mediante la observación y la imitación. A su vez Lai & Baron-Cohen (2015) “el camuflaje se puede conceptualizar como el uso de comportamientos comunicativos sociales aprendidos (por ejemplo, imitación, gestos y habilidades de conversación) para enmascarar las dificultades subyacentes relacionadas con el autismo. Las mujeres con autismo tienden a emplear más camuflaje que los hombres con autismo. Esta habilidad es probablemente apoyada por la habilidad verbal y la función ejecutiva… Los ejemplos de camuflaje incluyen hacer contacto visual durante la conversación, usar frases aprendidas o bromas preparadas en la conversación, imitar el comportamiento social de otros, imitar expresiones faciales o gestos y aprender y seguir guiones sociales”.
A lo largo de observar distintas pacientes y leer diferentes investigaciones podemos llegar a la conclusión de que las mujeres tienen interacciones sociales de mejor calidad que los hombres, presentan menos comportamientos estereotipados, repetitivos y restringidos o que socialmente son aceptados, de allí que llegar al diagnostico en mujeres es mucho más complejo y un tema a estudio.