Por Daniela Monarez
Sabía que moriría dentro de las próximas 24 horas. Un pulmón colapsado, riñones sin funcionar y ya no respondía ni al dolor.
Decidí no ser su doctora, en ese momento solo quería ser su nieta, pero como doctora sabía que no habría milagro ese día.
Todo fué tan rápido, una fiesta el sábado, el martes disnea y el viernes la estábamos despidiendo.
Así que he decidido dedicarle una de mis columnas a la mujer más valiente que conozco.
Comencé escribiendo acerca de sus últimos días, sin embargo hablar de tanques de oxígeno, ventiladores y ambulancia no me pareció que le hiciera honor a la gran mujer que fue.
Hablo de mi abuela. Una mujer que rompió muchos esquemas para la época en la que creció.
Nació en los 30´s, estudió una carrera soltera, un postgrado casada y crió a 4 hijos divorciada. Fue el alma de todas las fiestas a las que asistió incluso a su última que fue una boda justo 8 días antes de morir. Ayudó a todo el que pudo, se jubiló con dos plazas y ejerció ininterrumpidamente durante 42 años. Ya no sabían ni qué premio darle.
Fue una gran mujer, visionaria, guerrera pero sobre todo de gran corazón, de ese tan grande que todos quisiéramos tener uno.
Obviamente siempre hablaré con lo mejor de mi abuela, pero dejando a un lado el lazo familiar y sentimental, elegí hablar de ella en éste espacio dedicado a nosotras las mujeres porque ella fue una fuente de inspiración para mi y tal vez les sirva su historia a alguien más.
Pero sobre todo lo bueno y grandioso que hizo existe algo que quiero resaltar de ella, parece tan simple que tal vez nadie lo haya percibido antes como algo excepcional, sin embargo es probablemente lo que más admiro de ella: EJERCIÓ. Así es, ejerció su profesión con todo e hijos, un divorcio y muchas fiestas a las que asistir.
Hoy en el 2022 sé de mujeres que siguen dejando a un lado la carrera que estudiaron al casarse, tener hijos, mudarse de ciudad, etc. OJO, no lo estoy juzgando simplemente resalto lo que mi abuela hizo.
Ella fue extraordinaria y no podría hacer más que hablar, escribir y pensar bien de ella. Fue una mujer que solo quería sobrevivir a las situaciones que se le presentaron, tal cual todas nosotras mujeres lo intentamos. Así mis queridas lectoras, seamos un reflejo de las más excepcionales mujeres que nos han precedido. Las amo, gracias por compartir éste espacio. NES