Los primeros desafíos…

Por Clara Zapata Tarrés

Ya está aquí. Es primero de agosto. Sí, La semana que siempre celebro desde el 2008, cuando fue que nació mi primera hija… Las perspectivas cambian… Hoy hablo de mi, desde mi historia que seguramente varias comparten. Hoy es un poco distinto, pero bastante parecido que hace 14 años… Hoy empieza la Semana Mundial de Lactancia Materna: Apoyando y Educando.

Nunca me importó ni me ha importado mostrar mis pechos. Estoy orgullosa de que tuvieran leche. Yo amamanté en la casa, en la cocina, en el cuarto, en la universidad, en el parque, en la piscina, en el avión, en el camión, en el suelo, en la biblioteca, en la sala, en el suelo dónde me acomodará, en la tienda, en el super, en la macro plaza en Monterrey, en la Alameda de Saltillo, en el Zócalo, en Tepito, junto a mi pareja, junto a mi familia, junto a desconocidos y conocidos.

Hoy veo que las dudas surgen desde los espacios. Hoy veo que es difícil. ¿Será porque se ve más? Hoy veo esta preocupación. Hoy y ayer veía que mejor se da fórmula cuando se sale a la calle… La vergüenza, el miedo… Hoy veo que te sacan del super o del museo si estás amamantando… Hoy veo ignorancia… Me salta la pregunta del por qué… Quizás sólo porque ya soy observadora ahora… Hoy veo que te hacen tirar a la basura tu leche extraída en muchos aeropuertos… Hoy veo cuartos de lactancia, mal llamadas cabinas, también en varios aeropuertos… Hoy veo que te tendrías que esconder… Hoy veo que no se respetan los derechos de las madres trabajadoras: no tienen espacios, no tienen salas para extraerse, ni refris para guardar su leche… Hoy tampoco…

En los primeros meses sí me importó. Me importó el cuestionamiento constante sobre mi lactancia. El asombro que mostró mi ginecólogo al exclamar: “Wowww, Clarita! Da pecho, qué sacrificio! Qué admiración!”. Y yo con cara de “Qué!!!”. Para mi no había duda. Yo amamantaría porque pensaba que así se hacía aunque mi mamá no lo hiciera conmigo. La mirada inquisitiva de algunos familiares sobre la decisión de amamantar de manera exclusiva… “Porqué no le das tantita fórmula? Qué tiene? No pasa nada!”. Las afirmaciones crueles de la directora de mi doctorado “No se hará independiente!!! Qué loca estás, perderás tu libertad, sigue estudiando, déjala en la guardería, luego ya ni querrá verte ni en pintura” (mi bebé tenía 1 mes en ese entonces!)… La duda constante de algunos empleadores, la palabra segura salida de su propia experiencia y de su juicio cancelador, opresor y poco valiente: ignorante. La lactancia parece sacar del inconsciente varios pensamientos, sensaciones y emociones… No sé por qué…

Y luego, después de tiempo… Siguieron los juicios. La verdad es que no tuve grietas, tuve suficiente leche pese a mis ovarios poliquísticos, pese a mi diabetes gestacional, pese a todo. Gané y construí permanentemente confianza con mis amigas de la Liga de La Leche, quiénes fueron mis compañeras y se convirtieron en amigas. Decidí apoyar a otras personas y otras familias de manera voluntaria porque estoy convencida que tiene que ser un acompañamiento generoso y lleno de amor de por medio.

Hoy siguen las opiniones, los juicios y los atrevimientos aunque una se quede calladita. Hay una invasión de anuncios publicitarios de fórmulas, hay una invasión de soledades por la pandemia, hay una invasión de comentarios no pedidos. Hay una falta de respeto hacia nuestras decisiones. Hay un gran poder de adultos que se sienten con la capacidad de no querer a los niños, o de no respetarles. Hay una incomodidad. Siempre cuestionamientos. Siempre queriendo sembrar la duda. Y… ¿qué les importa? Me intriga…

Hoy veo más orgullo también. Hoy quisiera que amamantar fue tan común que no nos diéramos cuenta… Hoy veo mamás bailando con sus bebés pegados, hoy veo a Isa que ha dejado un gran legado, junto a sus hijas y junto a Isaac. Hoy veo a la otra Isa con su pasión por la lactancia creando joyas divinas y fomentando y protegiendo lactancias, también de la mano con su bellísima hija… Hoy veo a Paloma que baila contagiando amor y provocando las preguntas… Hoy veo a María siempre acompañada de su hija, generando preguntas sobre la crianza a través del juego y las canciones… Hoy veo a cada una de mis compañeras que han amamantado una gran diversidad que me regala todas las perspectivas y me abre cada vez más mis horizontes… Hoy me veo segura de mi lactancia pero también de mi forma de criar. Hoy veo en retrospectiva y constato que vale la pena porque me siento muy segura de las cosas que construí junto a mis hijas, mis amigas, mis compañeras de chichi.

Amamantar, después de todo esto, ES y SERÁ una revolución. Sigamos juntas. Busquemos ayuda cuando la necesitemos y sepamos que no estamos solas. Hoy celebro con mi corazón totalmente abierto.

¿Quieres saber más?

https://worldbreastfeedingweek.org/action-folder/

agosto 1, 2022

Clara Zapata

Soy Clara, etnóloga chilena-mexicana. Tengo dos hermosas hijas, Rebeca y María José, con Joel, mi regiomontano amado. La libertad y la justicia son mi motor. Creo plenamente en que la maternidad a través de la lactancia puede crear un mundo más pacífico y equitativo y por eso acompaño a familias que han decidido amamantar. Amo la escritura, la cultura y la educación.

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