Por Dona Wiseman
No sabes cuando el “cuídate” que te mandan por mensaje será el último. Así fue en esa ocasión. Ella mandó el mensaje de siempre. Tal vez era justo eso el ingrediente secreto, el “de siempre”. Ya no tenía energía, imaginación, ni interés en intentar provocar algo más. Sabía que lo que había así sería mientras duraba lo que podía durar un asunto de ésos. Entonces mandó el mensaje y se quedó dormida, a años luz de distancia de que alguien, particularmente tú, supiera (y menos entendiera) que llevaba ya un buen tiempo viviendo la experiencia de irse apagando de a poco. Todo ciclo se cierra. Todo evento llega a su fin. Y tal vez jamás recibirás otro mensaje, ya sea porque ella (la que era ayer) no amaneció, o porque se dio cuenta de que tú respuesta ya no le satisfacía.
La mujer que era ayer hoy no amaneció, te dije que así sería. Soñó en un paseo por una tienda departamental cuando de pronto sintió un dolor intenso en el antebrazo, cerca del codo, justo allí donde tiene tatuado un corazón. El instinto llevó su mano izquierdo al lugar del dolor y encontró que de su carne salía una astilla grande, del tamaño de varios palillos de dientes juntos. El pico salía de su brazo y, en lugar de sangre, brotaba un chorro espeso de pintura blanca.
Hay señales de cambios y de sanación. El color blanco simboliza la pureza. Es un color limpio que incorpora a todos los colores del arcoíris. Con el sueño ella se dio cuenta de que las experiencias del pasado se encuentran incorporadas en su ser y ella no será ya la misma que era ayer, la que mandó ese último mensaje.
Los colores de la vida de la mujer se combinaron, llegando a convertirse en luz. La luz muestra las cosas tal y como son. Despertó tranquila y sonrió. Y así, la mujer que hoy amaneció te mandó el mensaje de “buenos días”. La mujer que vio claramente como una herida y el dolor sanan, te sigue escogiendo. Por hoy. Pero no sabes cuando el mensaje que te llega será el último. O, parece que cada mensaje en sí es el último, el último que enviará la mujer que ella está siendo en el momento. En cada momento somos otras. ¿Será que de eso se trata la libertad y el flujo de vida?