Por Annalee Carreon
Y es que vivimos una invasión por todos los medios de dicha navidad, árboles de revista, adornos perfectos, cenas de varios tiempos, familias completas, sin embargo, esto no siempre es posible, y lo mejor es no aferrarnos y fluir con las fiestas.
Una de las cosas más difíciles es cuando tenemos una silla vacía, la tristeza que nos embarga el corazón y muchas de las veces ni siquiera queremos ya más nada, pero te invito a reflexionar sobre esto, la silla no está vacía, esa silla esta llena de recuerdos, enseñanzas, amor, momentos y experiencias, esa silla esta repleta de la esencia de nuestro ser querido, siempre he pensado que nuestros seres queridos que se nos adelantaron en el camino lo que quieren es vernos con una sonrisa, vernos disfrutar la vida que aún nos queda, te invito a no apagar tu luz aún, aún quedan muchas cosas bellas en la vida, te invito a hacer nuevos recuerdos, a vivir nuevas experiencias, ellos siempre estarán en nuestros corazones.
Y de todo lo demás que buscamos sea perfecto, debemos tener en cuenta que todas las familias somos distintas y nos gustan diferentes cosas, no nos volvamos locos en el intento de las fiestas perfectas, recuerda que lo más importante son las personas que amamos, esto ya lo hace perfecto, vamos a disfrutar cada momento, hagamos nuevas tradiciones, soltemos lo que no está en nuestras manos.
Son tiempos de reflexión, de introspección, de poner en orden nuestros asuntos, de disfrutar con lo más mínimo, de regresar a lo verdaderamente importante que tenemos en la vida, de disfrutar la sonrisa de nuestros seres amados, hagamos una navidad llena de magia, de amor y de paz.
VIVAMOS LA VERDADERA MAGIA DE LA NAVIDAD