Por Mayte Cepeda
Debí escribir esto cerca del 20 de mayo, ya que es cuando se conmemora el Día Internacional de las Abejas, día decretado por la Organización de las Naciones Unidas desde el año pasado, dada la preocupación reciente que está generando la baja considerable en la población de esta especie.
Y es que tampoco es como que yo me supiera el día, si no que leyendo e investigando sobre el tema de las abejas, me di cuenta que el asunto de la disminución poblacional de las abejas, es un tema mucho más serio de lo que pensamos. Y actualmente tenemos autoridades internacionales, nacionales y locales preocupadas por hacer algo en pro de esta especie.
Partiremos bajo la premisa de que este es un tema que muy probablemente ni te interese y tampoco lo tenías en el radar. Empecemos con algo simple: ¿para qué sirven las abejas?
FUNCIÓN DE LAS ABEJAS
Las abejas nos proporcionan alimentos de alta calidad -miel, jalea real y polen- y otros productos como la cera de abeja, el propóleo y el veneno de abeja. Podríamos decir que durante el tiempo de vida de una abeja, contribuye a una muy pequeña cantidad en la elaboración de estos productos, sin embargo, todo es cuestión de percepción. Al ser uno de los mayores polinizadores –esto es que transportan el polen de una flor a otra permitiendo la reproducción de plantas– se convierten en unos agentes primordiales de la seguridad alimentaria de animales y humanos.
Digamos que, sin ser muy drásticos, si no existieran las abejas, el tiempo de vida de la raza humana en este planeta estaría contado, ya que no existirían medios naturales para la producción de planta y con ello, de alimentos, frutas, semillas, verduras y todo lo que proviene de la tierra y se convierte en nuestro sustento.
ESPECIE EN PELIGRO
Actualmente existen varios factores que han afectado la población de las abejas, entre otros bichos polinizadores como el caso de las avispas, abejorros, mariposas, etcétera; entre los que se encuentran:
- El uso de pesticidas en la industria agrícola
- Los efectos adversos del cambio climático
- Otras especies exóticas invasoras de su hábitat
- El deterioro de su hábitat por la industria, urbanización, entre otras.
Al ser animalitos tan pequeños, a muchas personas pueden resultarles innecesarios o inservibles. Sin embargo, si hacemos un poco de memoria a nuestros años de infancia, al menos yo recuerdo que de los viajes en carro, al lugar de destino llegaba nuestra vagoneta llenísima de bichos en la parrilla, parabrisas y cofre, Esto hoy, ya no es casi nada común.
Pese a que en nuestro Estado existen leyes y otras disposiciones para la protección de las abejas, como agentes polinizadores, la realidad es que aún estamos lejos de que existan un eficaz esquema de protección para esta especie y otras con función similar.
¿QUÉ HAGO SI HAY UN PANAL DE ABEJAS EN MI CASA?
De entrada, un consejo práctico para todas aquellas que en su casa han tenido o tienen panales de abejas: primero que nada, no quites o tumbes los panales. Obvio debemos considerar que existen personas que son alérgicas al piquete de abeja o de otro bicho y por eso sientan le necesidad de deshacerse del panal rápido, pero esa no es la solución, incluso te puede resultar contraproducente.
Lo ideal es llamar a la autoridad municipal para recibir el apoyo. Ellos, así como el cuerpo de bomberos deben tener la preparación necesaria para remover el panal adoptando protocolos para realizarlo, instrumentos, uniformes y realizarlo de noche para evitar riesgos propios y evitar matar a las abejas en el intento de reubicación a un lugar apto.
Ahora, si no eres de las personas que tengan pánico respecto a las abejas y no te afecte que ronden tu casa, te sugiero tener plantitas que les resulten apetecibles, cualquier flor en especial las que sean portadoras de néctar, para facilitar el trabajo de polinización, como el caso de los girasoles que, además de verse super bonitos, le haces atractiva la chamba de polinización.
Y ahora que, si lo vemos desde el lado humano, empático y respetuoso, estos pequeños bichitos tienen tanto derecho a vivir como cualquier otra especie, incluso como la nuestra. ¡Namasté!
