Por Griselda Suárez
En este momento de la humanidad, muchos de nosotros hemos explorado nuestra espiritualidad, nuestro niño interior, o nuestro yo interno, como quieran llamarlo. Hemos emprendido un viaje hacia lo más profundo de nuestro ser y nuestras emociones, y tendemos a buscar técnicas de desarrollo personal relacionadas con estos temas que he mencionado.
Han surgido muchos speakers expertos en todos estos temas que de verdad los reconozco y los admiro, más también observo a algunos por ahí que con solo leer un libro se aprovechan de nuestra vulnerabilidad y nos envuelven.
Tenemos a nuestro alcance todos estos temas y con un solo click encontramos una biblioteca inmensa de técnicas para modular el estrés, administrar y controlar nuestros picos emocionales, en otras palabras, como todos estos expertos dicen: convertirnos en “Nuestra mejor versión”.
Y que bueno, creo que ahora nos conocemos mejor y estamos más “Empoderados”, pero… ¿Qué tal si tu mejor versión ocupa más que aprendas Excel e inglés?
No me malinterpretes, no estoy diciendo que emprender ese viaje hacia el autoconocimiento, aprender mindfulness, técnicas para administrar mejor el estrés, etc., no sea beneficioso. De hecho, creo que son habilidades que necesitamos ahora más que nunca. ¿Cuántos casos hemos presenciado, ya sea en la televisión o en nuestras calles, de personas que no logran controlar sus emociones y terminan en situaciones fatídicas? Sin embargo, qué sucede si se presenta la siguiente situación…
¿Qué tal si una empresa está buscando un contador para temas fiscales y se presentan tres candidatos? Dos de ellos se han preocupado por mantenerse actualizados en las recientes reformas y están anticipando las que puedan venir. Ya están inscritos en cursos de actualización planificados. El tercero, aunque tiene una sólida experiencia y excelentes referencias de trabajos anteriores, optó por pagar un diplomado en mindfullnes en lugar de cursos de actualización. ¿Crees que esto lo ponga en desventaja en comparación con los otros candidatos?
Es decir, si actualmente trabajas en un entorno donde Excel e Inglés son habilidades útiles o necesarias, aprender estas habilidades puede tener un impacto inmediato en tu vida y tangible en tu desempeño laboral y tus perspectivas de carrera, por lo tanto si quieres un ascenso, cuál crees que te servirá más.
Sin embargo, la decisión final dependerá de tus objetivos individuales, tus intereses y las necesidades de tu carrera. Un curso de manejo de energía podría ser más relevante si estás buscando especializarte en un campo específico relacionado con la energía o si tienes la intención de trabajar en un sector donde estas habilidades sean altamente demandadas.
Por lo tanto, concluyo que es importante evaluar tus propias metas y prioridades antes de tomar una decisión sobre qué habilidades desarrollar.
Querido lector de mi columna, me gustaría saber si mis palabras e ideas están siendo de tu interés así que quiero pedirte tu opinión. Escríbeme a cen.suarezcepeda @gmail.com, me entusiasmaría mucho saber qué piensas.