Por Iyáli Alcaraz Q.
Después de una cesárea, dos contracturas y cero fuerza, en el último año tuve una depleción ó pérdida de músculo fuerte, razón por la cual hoy me cuesta la vida tan solo agacharme, cargar algo y seguir la marcha.
Enough is enough
Decidí que ya era tiempo suficiente. Llevo dos meses y estoy amando el regreso. Claro que me doy cuenta que mi core ó faja abdominal está demasiado débil y toda la fuerza la hago por la espalda baja, razón por la cual no mejora mi dolor de espalda. Ahora que ya lo he entendido, trabajo en ello diario y no sólo en el gimnasio con mi entrenador sino en rehabilitación con una fisioterapeuta especializada en posparto, con quien platicaba de la importancia que es contar con un profesional al momento de vivir el postparto: rehabilitación pélvica, rehabilitación de faja abdominal, rehabilitación de cesárea (¡ajá!).
Si, hay muchas personas que necesitan regresar a sentir como antes esa parte donde está la cicatriz porque llevan meses adormecidas del área. Platicaba con ella también la importancia de la masa muscular y que en las mujeres debería ser la recomendación número uno ¡pasando los 35 años! Literal debería ser la recomendación número uno de nuestro ginecólogo: mujer ve a cargar algo de peso y crece tu masa muscular. Y no para ponernos super musculares sino para no depletarnos y tener miles de achaques pasando los 50.
La canasta básica de la nueva mujer es: músculo, vitamina D, calcio, comer bien y tomar agüita. Si ya fuiste mamá: suplementación casi los dos primeros años postpartos de complejo multivitamínico, ácido fólico diario, más si piensas tener otro bebé pronto, entre muchas otras cosas que nadie nos platica de ello y sinceramente ni yo siendo nutrióloga sabía lo importante y complicado que es hasta que lo vives.
Recapitulando
Entonces recapitulando el tema de la rutina, que de la masa muscular y suplementación para la mujer escribiré una columna más adelante, regresar al gimnasio es difícil y conlleva muchas ideas y estigmas ¿no lo creen? Qué difícil sentirte “gorda” con la ropa de ejercicio o “bofa” haciendo ciertos ejercicios en las clases pero justamente de eso se trata el regresar a la rutina. El acercamiento al gym o tu clase favorita es para sentirse mejor con una misma, crecer nuestro selflove, tonificar el cuerpo, perder porcentaje de grasa, mejorar la postura, desinflamarnos, etc…
A veces creo que no todas lo entendemos así. No se trata de ir y criticar a la “gorda” que está en la caminadora de al lado o a la que no le sale la postura de yoga. No critiquemos a las colegas que tienen su primer acercamiento o su 6avo intento por regresar a la “vida fit”. El posparto es ya demasiado difícil por si solo y las hormonas son suficientemente malas con nosotras mismas para que los demás humanos lo sean. En serio o al menos en mi caso lo es… a veces quisiera tener una camiseta que diga: “no soy yo, son mis hormonas”. De verdad que hay días en los que me siento una diosa máxima y otros en que de plano solo quiero llorar por como me veo y hundirme en chocolatines deliciosos recién hechos, ¿normal no? Ja.
Mi nueva rutina
Así que retomemos los pasos de la mujer moderna: Suplementación si es necesario (en mi caso sigue siendo), ejercicio (peso y masa muscular) y mi mero mole la dieta. Así es llevar una dieta equilibrada, variada, completa y llena de nutrimentos. ¿Ya sabemos cuáles no? Frutas, verduras, cereales integrales, granos enteros, leguminosas, semillas, nueces, proteínas magras ó de muy poco aporte de grasa, grasas buenas y agua suficiente. Se dice taaaan fácil ¿verdad? Sabemos que no siempre es, pero toca…
Mi rutina es despertar temprano, romper el ayuno con algún licuado, ir al ejercicio, regresar a desayunar, empezar el día trabajo, niños, comida, pendientes, etc… Y ahí es cuando cada quien debe de agregar o sustituir si algún alimento no es bueno para ti o quitar aquel hábito que sabemos que no te deja avanzar en tu meta. Aunque ya estemos en la era de la alimentación consciente y ya no tenemos que matarnos de hambre con las dietas locas que antes hacíamos que sólo nos fregó la salud y la mente.
Toca ser responsables a la hora de elegir los alimentos tanto en las compras como al momento de cocinarnos, toca hacer comida en casa, preparar los mil un tuppers o conseguir quién nos pueda ayudar con esa parte. Toca ser ejemplo de comer bien y sano para nuestros pequeños o no pero también toca por nuestra salud y sé que muchas tenemos esos pantalones guardados en el clóset de antes del embarazo o cuando estábamos iniciando aquel trabajo hace unos años y en nuestras cabezas sigue existiendo el peso anhelado y el % de grasa que cada vez se ve más lejano pero también toca recordarte que diste vida y que si te enfocas en tu rutina vas a llegar a ser esa persona de la cual te sientas orgullosa por tu tan duro trabajo en ti.
Nos hace tanto daño todo lo que consumimos también en las redes sociales y los comentarios de la gente que hace mucho no te ve y solo espera que vuelvas a estar como antes del embarazo. Porque si no eres un sinónimo de fracaso o el despistado que no sabemos si es o se hace que pregunta si nuevamente estás embarazada (se sabe que lo hay), entonces la rutina es cada vez más difícil por que no solo es cuidar y procurar lo físico sino la mente… comer bien, tomar agüita, hacer ejercicio, ir al psicólogo, nutrirte espiritualmente como lo hagas, tomar las vitaminas, etc, etc, etc…
Keep swimming
PEEERO y aquí es donde la luz se empieza a ver al final del túnel. Un día el inicio de la rutina no fue ayer, fue hace tres meses y los días se hacen más pasaderos y te encuentras en esa rutina que amas, que te hace sentir bien, que te pone de buen humor, te llena de endorfinas, te ayuda a amarte y aceptarte más como estás ahora y los ecos dejan de escucharse, la gente que te rodea cambia (probablemente), pero ahora es gente más completa, más como lo que necesitas ahora y el cambio se nota física, mental y espiritualmente… no importa cuál es el cambio que hoy estás iniciando y en qué parte de la rutina apenas vas, keep swimming diría Dory en buscando a Nemo, tu sigue y si no te gusta lo que ves y lo que haces, cambia, muévete hasta que encuentres en ti tu lugar seguro, tu happy place 🙂 .