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PREVENIR UN FEMINICIDIO ES TAREA DE TODA LA SOCIEDAD EN CONJUNTO

Por Brisa Alcázar

Se habla mucho de este término últimamente y eso es muy importante y un gran avance ante la sociedad, pero aún falta indagar e investigar cuáles son los protocolos precisos para estos casos. En realidad, como médico legista, todas las víctimas son igual de importantes y se deben respetar los derechos humanos por igual. Este tema incluye mujeres de cualquier edad ya que simplemente por una ventaja de fuerza del hombre hacia la mujer, o de cualquier tipo, provoca encontrarse en una posición vulnerable. Y aunque se diera el caso de que una víctima sea una mujer realmente empoderada, se tiende a minimizar en los protocolos. Para un médico legista debería ser la misma prioridad para todas.

Aunque se ha luchado durante años para que se hagan valer los derechos de la mujer en este país aún existen áreas de oportunidad en las que se puede trabajar para exaltar ese valor. Y también la oportunidad de la mujer a poner límites, nunca descartando las excepciones que existen, ya que también sería importante hablar del abuso del género opuesto. Cuando sucede una agresión en contra de una mujer aún sean autolesiones como el suicidio o se presente un accidente, todas deben ser valoradas con perspectiva de género. En general, para descartar un abuso o una condición, que por ser víctima de la sumisión y del machismo se hayan generado dichas condiciones, el punto es darles una visión a las personas que carecen de información para saber qué hacer en la mínima agresión ya sea verbal, física o sexual. A todas esas mujeres que pudieran estar pasando por alguna situación difícil les recomendaría que, pese al amor, o a la dependencia emocional o económica que pudieran sentir por el agresor, hicieran una pausa y pudieran encontrar esa bandera roja que las impulse a levantar la voz.

 ¿Y cuáles serán los pasos para alzar esa voz? Hace pocos días tuve una paciente que fue privada de su libertad por más de 5 días, y a pesar de que no tenía contacto con ninguna otra persona más que su agresor, en un momento que dicho individuo se quedó dormido, pudo escribir en una servilleta con un labial y su maquillaje pidiendo ayuda con las siguientes palabras: ¡Ayuda me tiene encerrada desde hace algunos días! Lo aventó por la ventana y unas mujeres que pasaban encontraron el mensaje, así en nos minutos mientras el tipo aún dormitaba ya se encontraba la policía y un montón de gente pidiendo justicia, pudiendo ser liberada y contando una historia diferente. A ella ya se le habían hecho las agresiones físicas, sexuales y verbales, ya estaba amenazada de muerte, pero fue tan importante y tan heroico que ella misma encontrará una oportunidad de escape. Situaciones que lamentablemente no suceden en todos los casos. El caso es evitar las mínimas e incluso nulas posibilidades de ya no estar pasando situaciones así. Por eso el primer paso es encontrar la forma de tener la libertad de convivir con otras personas y externarlo a alguien de confianza para posteriormente continuar con el paso dos. El paso número dos es: acudir al Centro de Empoderamiento de la Mujer que se encuentra en las instalaciones de la Fiscalía General del Estado, poner una denuncia adelantando y antecediendo a los hechos. Y número tres: evitar por cualquier motivo una nueva agresión, por mínima que sea. Número cuatro: acudir a las terapias psicológicas que sean indicadas con el fin de continuar empoderando a la mujer evitando un círculo vicioso de nuevas agresiones para poder poner límites específicos a situaciones de violencia de cualquier tipo.

Levantar tu voz que es la más importante, para que nunca deje de sonar, para que nunca deje de cantar, de brillar, de gritar, de divertirse. Para que esa esencia cumpla con los propósitos que la vida tiene para ti, para que tus seres cercanos puedan disfrutar a tu lado o tu misma puedas disfrutar de ti. Somos seres pasajeros, estamos encomendados a encontrar luz, amor, a amar y a disfrutar de una vida plena en donde nadie ni nada pueda subestimarnos. En la que tenemos que creer en nosotras para salir hacia a delante. En la que tenemos que cambiar ya nuestra mentalidad de apoyo hacia los demás.  

Realizar una denuncia por agresión verbal ya es un antecedente y poner el límite desde ese momento puede evitar un feminicidio. Cuanto más una agresión física y/o sexual. No dejes de creer que ser mujer es una bendición y tenemos que externarlo de igual manera respetando a cada individuo pero siempre ve por ti, ámate y prométete a ti misma que no es tolerable ningún tipo de agresión. Ni a ti, ni a nadie y que si conocemos a alguien que esté sufriendo este tipo de agresiones, podamos ser un pilar fuerte para guiar y acompañar en el proceso de poner un alto a la violencia contra la mujer por las niñas, adolescentes y mujeres.

Brisa Alcazar: Soy médico general y médico legal, tengo una maestría en gestión directiva y administración de hospitales. Fui médico de atención clínica durante toda la pandemia COVID 19. Uno de mis mayores intereses es abrir una brecha hacia la educación en salud, desde las edades de preescolar hasta los adultos mayores; esto podrá prevenir enfermedades a futuro que puedan conllevar a complicaciones letales y/o a una inestabilidad económica, así como a una sociedad donde los servicios de salud no fueran saturados. Desempeñarme en el ámbito médico legal, me ha mostrado un panorama más realista de la vida. Como experiencias y situaciones difíciles de enfrentar, que pueden ocurrir en cualquier momento, mayormente para prevenir accidentes o consecuencias de enfermedades mentales como el suicidio.
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