Por Alejandra Peart
Recuerdo una época en mi vida en la que todo me parecía gris, estaba realmente deprimida y no le encontraba sentido a nada. Ya había ido al psicólogo, me había puesto a dieta e incluso fui con una curandera y nada, parecía como si la tristeza se hubiera apoderado de mi alma. Uno de esos días grises vino a visitarme mi gran amiga Susana y le conté por lo que estaba pasando. Ella me dio uno de los consejos que más me han ayudado en la vida y al que me aferro cada vez que siento que mi barco está a punto de hundirse.
Me dijo: lo único que tienes que hacer es agradecer siempre y en cada momento por todo. Cada vez que sientas tristeza, que mires por la ventana, al tomarte una taza de café, siempre que puedas agradece. En silencio di “gracias por este momento, gracias por este pan…” y verás que poco a poco y más pronto de lo que te imaginas cualquier sentimiento de angustia, tristeza, ansiedad, desesperación va a desaparecer y sólo quedará lugar en tu corazón para la belleza, la felicidad, la gratitud.
Si tan sólo tuviera más amigos, un trabajo mejor… Si tan sólo pudiera comprarme una mejor casa o un mejor auto…
Parece que vivimos un estado permanente de desear más dinero, más ropa, más cosas. Y perseguimos esos bienes materiales con más afán con el que perseguimos aquello que realmente aumenta nuestra verdadera felicidad: más alegría, más experiencias, más tiempo con nuestros seres queridos. Esto nos hace sentir estresadas, cansadas, agobiadas, ansiosas y poco apreciadas. A causa de esto sentimos que la vida está llena de carencias lo cual, al convertirse en un hábito, nos conduce directo a un ciclo tóxico.
Si deseas comenzar a apreciar lo que tienes y dejar de querer siempre más, da gracias todos los días y prueba estas sencillas estrategias aprobadas científicamente que hoy te comparto:
Expresa gratitud
Siempre estamos hablando por teléfono, enviando mensajes, escribiendo correos, pero pocas veces usamos esos medios para agradecer. Da las gracias, diciéndolo o escribiéndolo, pero agradece. Tómate el tiempo de darle las gracias a ese alguien a quien nunca has tenido la oportunidad de decírselo. Hacer esto de vez en cuando nos ayudará a sentirnos más felices y agradecidas. Está comprobado que las personas más satisfechas con sus vidas, con sus relaciones, las que son más felices, y las que se deprimen o estresan menos, son las que agradecen todo el tiempo. Sienten más control sobre su vida, tienen una autoestima más elevada y reaccionan mejor cuando atraviesan una dificultad.
Valora lo que tienes dando a los demás
Tal vez sientas constantemente que no tienes lo suficiente o que te faltan muchas cosas para estar completa o ser feliz. Intenta hacer el experimento de darle lo que tienes a alguien más: piensa en algo que tú tienes y alguien más no, puede ser tu auto 2001, la laptop que llevas contigo a todas partes o quizá sólo tiempo o dinero. Lo que tienes que hacer es dárselo o prestárselo en lugar de usarlo tú o para ti. Este experimento, realizado por primera vez en la Universidad de la Columbia Británica, demuestra que aquellos que invierten su dinero en otras personas, son más felices. Esto tiene que ver con la secreción de oxitocina, sustancia que disminuye la tensión y nos ayuda a sentir más conectados a otras personas, lo que a su vez aumenta nuestra compasión y profundiza nuestro sentido de comunidad.
En conclusión agradécelo todo siempre, de verdad te hará más feliz, ¡inténtalo!
Clara
Gracias por estas palabras Ale. Dan mucho aliento!
Ana Victoria
Recibes lo que das.
Hermosas palabras , gracias Ale.