Por Griselda Suárez
Dicen que los emprendedores somos valientes, que estamos dispuestos a vivir la adrenalina y la incertidumbre que este camino trae consigo. Hoy quiero compartirte de dónde viene esa “supuesta valentía” que otros ven en mí. Quiero dejar claro que no escribo con la intención de convencer o convertir a nadie, pero si mis palabras pueden ayudar a alguien a encontrar su propia fuente de valor, entonces habrá valido la pena compartir mi historia.
Cuando pienso en los grandes pasos que he dado en mi vida, siempre encuentro un elemento común: mi Fe en Dios. Este camino de emprendimiento no ha sido fácil, pero cada decisión importante que he tomado ha sido con la seguridad de que Dios está detrás de mí, cubriéndome las espaldas. No es que no tenga miedo; el miedo es natural, pero mi Fe es más grande que cualquier temor. Esa confianza me ha permitido avanzar aún en los momentos más difíciles, que han sido muchos.
Ser emprendedora implica enfrentar retos constantes, y la vida está llena de momentos que nos hacen cuestionar si vamos en la dirección correcta, en otras palabras, si es mejor dejar de ser emprendedora y volver a ser empleada. Sin embargo, cuando confío en Dios, esos momentos parecen menos pesados, y con el tiempo, los obstáculos se vuelven más manejables.
Y en esos instantes en que parece que no hay salida, cuando todo se ve perdido, siento que Dios me manda una solución o un ángel que me ayuda a encontrar el camino correcto.
Mi Fe no solo me ha dado valentía, sino también claridad de propósito, y por eso sigo caminando con la certeza de que siempre hay una razón para seguir adelante, y siempre habrá una solución cuando la necesite.
Así que, emprendedor… si tu proyecto busca generar un bien común y sientes que lo estás gestionando y encaminando de la manera correcta, confía en el Dios, en el que tu creas. Las cosas saldrán bien. Te lo digo desde la experiencia de alguien que lleva 10 años recorriendo este camino, lleno de obstáculos y desvíos, pero también de paisajes hermosos que hacen que todo el esfuerzo valga la pena.
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Gracias por compartir tan clara y valientemente y ponerle palabras a lo que pasamos los que emprendemos, siempre asertiva y correcta en tus planteamientos. Felicidades por tus éxitos y que vengan muchos mas con esa fe, resiliencia y gran amabilidad que te caracteriza Gris.