Recuerdo que estas épocas eran las más maravillosas en mi infancia. Y es hasta que somos padres, que entendemos, que toda aquella ilusión, toda aquella fantasía concretada;…
Todos, sin excepción alguna, guardamos recuerdos de nuestra infancia: las escuelas a las que asistimos, los amigos que hicimos, los maestros que tuvimos, las travesuras , caídas…
Lo tuyo y lo mío fue perfectamente sincronizado por fuerzas que no podemos explicar y solo me toca agradecer. ¡Gracias, gracias, gracias! A Dios y al universo…