Tuve una Rosa, se apellidaba Cárdenas. No la tuve, tuve, más bien, me acompañaba. Desde que mis piernas pequeñitas no sabían caminar, hasta que caminé sola…
Hablar de adopción puede ser en ocasiones un tema que produzca alegría, idealización, ilusión, y también desespero, pero ¿qué pasa cuando esta situación se logra concretar…