Por María Fernanda Zetina En mi niñez, fue la tía Blanquita quien me enseñó sobre el cuidado de los seres vivos. Hacía todos los años cursos de verano. Nos llevaba a la huerta, nos enseñaba a admirar y a observar los árboles, el sonido de las aves. Acampábamos de noche en ese lugar y aprendíamos…