Por Dona Wiseman Si mis palabras fueran visibles al ojo humano serían motitas de vapor que se esfuman en el aire como la voz de este pájaro, o carámbanos duros y puntiagudos que cuelgan de los techos en el invierno. Serían dardos que se clavarían en su blanco, más o menos cerca del corazón. Existe…