Por Ivonne Orozco Llegó mayo enfundado en un vestido de rosas rojas, con perfume de mujer, tierno y muy abrasador. Mi madre solía celebrarse ella, no importaba si alguno de sus hijos se atreviera a no felicitarla, era fiesta y era jolgorio. Éramos niñas y ella ponía la mesa, con platos peltre, un mantel de…