Por María Hernández Escalera Un día noté que las risitas de mis hijos se tornaban molestas, sentía ganas de salir corriendo de mi casa y estar sola, me sentía frustrada por no poder disfrutar un momento de silencio. “Es la cuarentena”, pensé. Otro día mi esposo estaba dormido y yo lo miraba fijamente, desesperada con…