Tanta y tantas cosas que surgen en estos días que de cuarentena pasaron a ya dos años, ¿Dos años? Ya ni sé cuántos meses tenemos así, en la incertidumbre, en los sueños constantes, en los sueños dentro de los sueño… El otro día, puse una alarma de 45 minutos para dormir una siesta. Cuando empezó…
Por Dona Wiseman En esta cuarentena mis sueños se escapan en cuanto abro los ojos. Solo remanentes permanecen, vagas ideas y sombras de las figuras que me acompañaron. Estoy viviendo más profundamente en el misterio, un misterio que se niega a ser develado, por ahora. Pero hoy no toca entender misterios. Hoy toca sortear operativos….
Por Champaca Treviño Hace unos días, en una reflexión con una amiga, le compartí que mi palabra de este año es VISIONAR y me quedé analizando la palabra. Si, lo acepto, constantemente analizo tanto las cosas, palabra por palabra, punto por punto, que en ocasiones me gustaría no ser tan profunda y no perder el…
Por Dona Wiseman Cuando te metes a una casita así nunca es lo que parece. Se abre por dentro hacia arriba, hacia abajo y hacia los lados. Descubres pasillos secretos y puertas casi inaccesibles. Hay compuertas por las cuales cabes contra todo pronóstico. Existen espacios amplios llenos de magia y recovecos pequeños y cálidos que…
Por Dona Wiseman Hay una gata negra en mi casa. Nació allí, pero en la lavandería con tantos otros gatos salvajes que viven en mi patio. Ella ha tenido muchas camadas de gatitos. Ya sé, una persona responsable ya la hubiera operado para que ya no tuviera. El problema es que ella no se deja…
Por Dennis Charles Nosotros los adultos podemos razonar que aquello sólo fue un mal sueño y aunque tengamos la sensación de miedo, podemos volver a dormir sin ayuda de nadie. Sin embargo, para un niño no es igual; ellos no tienen las mismas herramientas cognitivas que nosotros los adultos; aunque sus pesadillas no sean reales,…
Por Daniella Monarez Aún recuerdo mi primer estuche de diagnóstico que tuve, obviamente de juguete, aunque en realidad no era mío, si no de mi hermana mayor y, a pesar de ser un estetoscopio de plástico, se podían escuchar los ruidos cardiacos reales. Así que la primera vez que escuché un corazón fue el mío…